TAXONOMÍA DEL CAFÉ


El café pertenece a la familia de las Rubiáceas y al género Coffea. Existen numerosas especies de cafeto y diferentes variedades de cada especie. Las especies más importantes comercialmente pertenecientes al género Coffea, son conocidas como Coffea arabica Linneo (conocida como Arábica o Arábiga) y Coffea canephora Pierre Ex Froehner (conocida como Robusta). 

Botánica y fisiología

El cafeto pertenece a la familia de las rubiáceas. Esta familia tiene características fáciles de reconocer: 
Las hojas salen en pares. 
No tienen divisiones y los bordes son lisos. 
En las flores están los órganos de los dos sexos, son flores hermafroditas. 
Generalmente cada fruto tiene dos semillas. 

La raíz

Es un órgano de mucha importancia; a través de ella la planta toma el agua y los nutrientes necesarios para su crecimiento y producción. En la raíz se acumulan sustancias que más tarde van a alimentar las hojas y los frutos, y que hacen que el árbol permanezca anclado y en su sitio.

El cafeto tiene una raíz principal que penetra verticalmente en suelos sin limitaciones físicas, hasta profundidades de 50 centímetros. De esta raíz salen otras raíces gruesas que se extienden horizontalmente y sirven de soporte a las raíces delgadas o absorbentes, llamadas también raicillas.

Las raíces absorbentes del cafeto son bastante superficiales y se encargan de tomar el agua y los nutrientes minerales. En los primeros diez centímetros de profundidad del suelo se encuentran un poco más de la mitad de estas raicillas y el 86% en los primeros 30 centímetros.

Tallo y ramas




El tallo o tronco y las ramas primarias forman el esqueleto del cafeto.

Los aspectos más sobresalientes de la morfología aérea de la planta del café tienen que ver con dos tipos de brotes: 
Ortotrópicos, que crecen verticalmente y comprenden el tallo principal y los chupones. 
Plagiotrópicos, que crecen horizontalmente y comprenden las ramas primarias, secundarias y terciarias. 

En los nudos del tallo principal se encuentran varios tipos de yemas: 
Las que dan origen a las ramas primarias. 
Los chupones que son el potencial de brote de la zoca y permanecen mientras se conserve el cogollo del tallo principal. 
Otras yemas que forman flores. 

Las ramas primarias no se pueden renovar. Al perderse una rama primaria, el cafeto pierde una zona muy importante para la producción de frutos. En el cafeto la cosecha se produce casi en su totalidad en las ramas nuevas. A mayor número de ramas nuevas, mayor será la cosecha futura.

La hoja



La hoja es un órgano fundamental en la planta porque en ella se realizan los procesos de fotosíntesis, transpiración y respiración.

En las ramas, un par de hojas aparece cada 15 ó 20 días aproximadamente.

Independiente de la densidad de siembra, un cafeto de un año de edad tiene 440 hojas en promedio. A partir del segundo año de edad, la densidad de siembra, al igual que la condición de sol o sombra, influyen notablemente en la cantidad de hojas por planta.

Las hojas duran en un cafetal alrededor de un año. La duración de las hojas se reduce con la sequía, con las altas temperaturas y con una mala nutrición.

Se puede aumentar el crecimiento de ramas y hojas con: 
Aplicación de fertilizantes. 
Las podas. 
Desyerbas. 
Aumento de la luz en el cafetal. 

La flor

 

Las flores son los órganos destinados a reproducir las plantas. Las flores dan origen a los frutos; sin flores no hay cosecha.


Las flores del cafeto aparecen en los nudos de las ramas, hacia la base de las hojas, en grupos de 4 o más, sobre un tallito muy corto llamado glomérulo. En la base de cada hoja hay de 3 a 5 glomérulos.

La cantidad de flores presentes en un momento determinado, depende de la cantidad de nudos formados previamente en cada rama.

El proceso de formación de las flores del cafeto puede durar de 4 a 5 meses, donde se presentan las siguientes etapas: 
Iniciación floral y diferenciación. 
Un corto período de latencia. 
Renovación rápida del crecimiento del botón floral. 
Apertura de las yemas. 

La fase final del desarrollo de la flor está condicionada por la suspensión del período de latencia y esto sólo se da por la presencia de lluvia después de un período prolongado de verano, caída repentina de la temperatura o aun, neblina intensa al final de un periodo seco.

La fecundación de la flor ocurre cuando un grano de polen se pone en contacto con el óvulo. Si éste recibe el polen de la misma flor, se da la autofecundación. En el cafeto la autofecundación es un poco mayor del 90%.

El conocimiento del proceso de la floración del cafeto le permite al caficultor establecer: 
La distribución de la cosecha. 
Estimar las necesidades de mano de obra para la recolección. 
Planificar las prácticas culturales al igual que el manejo de plagas y enfermedades. 
Estimar el flujo de ingresos a través del año e identificar las épocas y el origen de problemas que afectan la calidad de la cosecha. 

El fruto

Del resultado de la unión del grano de polen con el óvulo se forman el fruto y las semillas. En el desarrollo del fruto del café se pueden distinguir cuatro periodos:

Primer periodo: 

Es una etapa donde hay muy poco crecimiento en tamaño y peso del fruto. 
Va desde la fecundación hasta la sexta semana. 


Segundo periodo: 

En esta etapa el fruto crece rápidamente en peso y volumen. 
Se necesita el agua, de lo contrario el grano se queda pequeño, hay secamiento, caída de frutos y se presenta el "grano negro". 
También es denominada como la etapa de formación del grano lechoso. 
Va desde la sexta a la décimasexta semana después de la fecundación. 

Tercer periodo: 

El crecimiento exterior del fruto casi no se nota. 
Se da una gran demanda de nutrientes. 
Se endurece la almendra. 
Si falta agua, el fruto no termina de formarse bien y se produce el grano averanado. 
Va de la décima sexta a la vigésima séptima semana después de la fecundación. 

Cuarto periodo: 

Es la época de maduración o cambio de color del fruto. 
Va de la vigésima- séptima a la trigésima- segunda semanas después de la fecundación. 


La semilla

Se compone de dos partes: Almendra y Pergamino.

La Almendra es dura y de color verdoso, está cubierta de una película plateada cuando está seca, y del embrión que es una planta muy pequeña que está dentro de la almendra y se alimenta de ella en los primeros meses de desarrollo de la planta. La parte roja o amarilla del fruto maduro se conoce con el nombre de pulpa.

Protegiendo la semilla, hay una cubierta llamada pergamino que está cubierta de una sustancia azucarada que es el "mucílago" o "baba". Al café seco se le denomina pergamino.
Clima para un cultivo óptimo


Componentes del clima

Temperatura 
La zona óptima para el cultivo del café arabico se encuentra entre 19 y 21.5 grados centígrados. 
En climas fríos, donde la temperatura media es menor de 19 grados centígrados, las variedades de café se desarrollan menos, su producción es menor y la cosecha se distribuye a lo largo del año. 
En climas calientes, donde la temperatura media es mayor de 21.5 grados centígrados, la vida productiva del cafeto es más corta, la cosecha más temprana y más concentrada. El ataque de la roya es más severo y se incrementan plagas como la broca y el minador. 

Lluvia 

Se considera apropiada para el cultivo una cantidad de lluvia comprendida entre los 1.800 y los 2.800 milímetros anuales, con una buena distribución en los diferentes meses del año. Se requieren por lo menos 120 milímetros al mes. 
Periodos de mucha lluvia favorecen la presencia de enfermedades como el mal rosado y la gotera. 
El exceso de lluvias también puede afectar la floración del cafetal, disminuyéndola o dañándola. 
Si se presentan sequías excesivas, las hojas del cafeto pueden caerse por falta de agua y se puede incrementar el ataque de plagas como la arañita roja, el minador y la broca. 


Humedad del aire o humedad relativa

Este componente del clima presenta altas variaciones entre el día y la noche. En la zona cafetera el aire es normalmente húmedo.

Vientos 

Son los encargados de transportar el vapor de agua y las nubes, haciendo variar algunos componentes del clima como las lluvias, la temperatura y el brillo solar. 

En general, las zonas más adecuadas para el cultivo del cafeto se caracterizan por presentar vientos de poca fuerza. 

Brillo solar y nubosidad 

La principal fuente de energía para las plantas es la radiación del sol que llega a las plantas dependiendo de la presencia o ausencia de nubes y la orientación de las laderas en relación con la salida del sol. El brillo solar se expresa como el número de horas en las cuales el sol brilla en un período dado. 

El brillo solar en la zona cafetera se encuentra entre 1.600 y 2.000 horas de sol al año (4.5-5.5 horas de sol al día). 
El Suelo para el cultivo 
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El suelo es la capa superior de la tierra donde se desarrollan las raíces de las plantas. 

El suelo es esencial para el cafeto porque le facilita el anclaje y le proporciona el agua y los nutrimentos necesarios para su crecimiento, desarrollo y producción. 

Tiene su origen en la desintegración y descomposición lenta de las rocas, causada principalmente por la acción del agua, la temperatura y los vientos. En algunas regiones estos procesos se acompañan de cenizas provenientes de los volcanes. Con el paso del tiempo las partículas formadas se mezclan con los residuos de animales y vegetales en descomposición, dando origen al suelo o capa vegetal. 

El suelo está compuesto por sustancias sólidas (orgánicas e inorgánicas), agua y aire. 


Propiedades físicas del Suelo

Las principales son: color, textura, estructura, porosidad, permeabilidad, profundidad efectiva.


Color

En términos generales, el color negro de los suelos indica un buen contenido de materia orgánica. Los suelos oscuros son los mejores para el café y los cultivos, en general.

Textura

Está relacionada con el tamaño de los granos o partículas del suelo: 
Las más pequeñas se llaman arcillas. 
Las más grandes reciben el nombre de arenas. 
Las que tienen un tamaño intermedio entre las arcillas y las arenas se llaman limos. 
La cantidad o porcentaje en que se encuentran dichas partículas en un suelo, determina su textura. 
Dependiendo de los granos o partículas que estén en mayor número en el suelo, se puede hablar de suelos con textura arenosa, arcillosa o limosa. 
Cuando las partículas están en proporciones iguales, la textura es franca. Los mejores suelos para cultivar café son los llamados francos. 
Cada textura le da propiedades particulares al suelo, en cuanto al drenaje o porosidad y la cantidad de nutrientes, entre otras. 
Estructura


Es la forma como se agrupan las partículas o granos del suelo y es determinante para el crecimiento y penetración de las raíces. 
Es de gran importancia en la permeabilidad del suelo, en la facilidad para trabajarlos y en la resistencia a la erosión. 
La estructura se puede mejorar o dañar con las labores de cultivo. 
La mejor para el cafeto es la de tipo granular. 


Porosidad y permeabilidad

Al agruparse los granos o partículas del suelo para formar terrones, quedan entre ellos espacios de tamaño variable denominados poros, que son ocupados por el agua y el aire.

La permeabilidad se refiere a la velocidad con la que el agua y el aire circulan o se mueven a través de los poros del suelo. 
Los suelos arenosos son de permeabilidad alta y los arcillosos de baja permeabilidad. 
Los mejores suelos para el café son los francos, en los cuales la permeabilidad es moderada. 


Profundidad efectiva

Se llama así a la distancia hasta donde las raíces de la planta pueden penetrar fácilmente en busca de agua y alimento. 
A mayor profundidad efectiva del suelo mejor será el desarrollo radical del cafeto. 
En general, un suelo para cultivar café es profundo si permite la penetración de las raíces hasta 80 centímetros. 
La erosión ocasionada por las inadecuadas prácticas de desyerba del cultivo, disminuye la profundidad efectiva del suelo. 

En resumen los mejores suelos para el cultivo del cafeto son los francos, de buena profundidad efectiva, con estructura granular, buena aireación y permeabilidad moderada.


Propiedades químicas del suelo

Las más importantes son: pH o acidez, fertilidad, materia orgánica. Son determinadas en el laboratorio mediante el análisis químico de suelos.

Grado de acidez o pH 
Esta medida varía entre 1 y 14. Los suelos buenos para café deben tener una acidez entre 5 y 5.5. 
Al cafeto no le convienen suelos con valores de la acidez por debajo de 5 o por encima de 5.5, pues se dificulta la nutrición del cultivo. 


Fertilidad

Esta propiedad del suelo está estrechamente relacionada con la cantidad disponible de nutrimentos para las plantas.

Los elementos nutritivos que el cafeto requiere en mayor cantidad son: Nitrógeno, Fósforo y Potasio.

El cafeto necesita en menor cantidad de Calcio - Magnesio, Azufre - Hierro, Zinc - Manganeso, Boro – Cobre.

La carencia de alguno de estos nutrimentos afecta el normal crecimiento y desarrollo de la plantación cafetera al igual que su producción potencial, tanto en calidad como en cantidad de café.

Un suelo que presente mediana a baja fertilidad se puede mejorar con la aplicación de fertilizantes.

En general, se puede decir que para el cultivo del cafeto son más importantes las buenas condiciones físicas del suelo que su fertilidad natural.


Materia orgánica

Está representada por los residuos descompuestos de plantas y animales. La pulpa de café descompuesta aporta materia orgánica a los suelos. La materia orgánica tiene mucha importancia para obtener una alta productividad del cultivo. Influye en forma decisiva en el mejoramiento de las condiciones físicas del suelo, favorece la retención de humedad y es el principal sustrato para el desarrollo de pequeños organismos que la transforman en una gran fuente de alimento para el cafeto. Los suelos buenos para cultivar café deben tener contenidos de materia orgánica mayores al 8%.




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